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El ciclo planetario
Todo lo que es, evoluciona en Ciclos, ya sean planetas o
humanos.
El hecho de bajarse del ciclo kármico en un determinado
tiempo no es una excepción para (grupos de) almas
individuales. Lo que hace especial a esta era, sin embargo, es
que la tierra misma está completando un mayor ciclo
kármico. La tierra está involucrada en una
transformación interna lo cual dará como resultado un
nuevo tipo de conciencia en su ser como planeta. Sin importar en
qué punto estén las almas individuales dentro de su
propio ciclo, el proceso de transformación de la tierra, las
afectará.
La tierra es su hogar.
Comparen esto con la casa en la que ustedes viven. Imaginen
que está siendo reconstruida. Esto afectaría mucho su
vida diaria. Dependiendo del estado de su mente,
experimentarán esto como un cambio bienvenido o como un
evento desordenado y molesto. Si ustedes estaban planeando e
interesados en reconstruir su casa de todos modos, ustedes
estarían ‘sincronizados’ con los cambios y
podrían seguir la corriente. El proceso de
transformación de la tierra va a sostener y aumentar sus
procesos de transformación personales.
Si ustedes todavía no quieren reconstruir su casa para
nada, se sentirán frustrados por el caos alrededor de
ustedes. Los cambios internos de la tierra los
desequilibrarán.
Para aquellos que dan la bienvenida a los cambios internos de
su planeta tierra, estos serán tiempos extremadamente
poderosos. Ustedes serán elevados por la corriente de Luz
que actualmente está inundando su universo.
Actualmente, la tierra casi se quiebra debajo de la carga
kármica de la humanidad. La negatividad y la violencia que
se esparce desde ésta carga kármica, forma una clase de
desecho energético que la Tierra apenas es capaz de procesar
(neutralizar e integrar).
Enfoquen su conciencia por un momento en el corazón de la
tierra. Relájense y enfóquense.....¿pueden sentir
algo ahí? ¿Pueden sentir cómo la tierra se
desgarra? ; hay demasiada violencia sobre ella.
La tierra está sintiendo impotencia y resistencia al
mismo tiempo. Ella está al borde de crear una nueva base
para su ser. La tierra va a liberar las energías de lucha,
competición y drama: en niveles internos y externos. La
nueva base que se está esbozando dentro de ella es la
energía del corazón, la energía de equilibrio y
conexión: la energía Crística
viviente.
La tierra, exactamente igual que la humanidad, está
implicada en una experiencia de aprendizaje. Exactamente igual
que la humanidad, su conciencia está evolucionando y
transformándose a sí misma. Como sucedió con la
humanidad, su viaje comenzó desde un cierto tipo de
ignorancia o inconsciencia acerca de su propio
ser.
La tierra alguna vez fue un ‘planeta oscuro’, que
absorbió o tragó las energías que la rodeaban.
Ella tomaba las energías o seres que encontraba y los
asimilaba completamente: ella les quitaba su singularidad y en
cierto sentido los ‘mataba’. Esto surgía de su
deseo de expansión. La tierra de algún modo sentía
una falta o insuficiencia dentro de ella, que interpretaba como
una necesidad de conquistar o asimilar otras energías. Ya
que la tierra no daba nada a cambio a estas energías, no
había en realidad una interacción entre ellos. Era un
proceso mortal y silencioso.
En un cierto tiempo, la tierra se dio cuenta de que éste
proceso no la satisfacía más. Ella sintió que algo
faltaba en este modo de alimentarse a sí misma. Su
sensación de insuficiencia no era aliviado por
éste.
Su impulso a expandirse no se satisfacía matando
energías.
En ese momento, dentro de la conciencia de la tierra
nació el deseo de vivencias, de Vida. La tierra no fue
completamente consciente de esto. Ella sólo supo que
quería algo más, algo nuevo, una clase de
interacción con otras energías que no terminaran con la
reducción de aquellas energías en energía
terrestre. Dentro de la conciencia terrestre se creó un
espacio para la experiencia de algo diferente a ella
misma.
Energéticamente esto significa el comienzo de la vida en
la tierra.
Es una ley cósmica que todos los deseos profundamente
sentidos finalmente crearán los medios para su
realización. Los deseos, que esencialmente son una mezcla de
pensamiento y sentimiento, son energías creativas.
Esto se sostiene para planetas tanto como para personas. Dentro
de la tierra como un planeta había asomado un anhelo, un
anhelo de experimentar la vida. Un anhelo de preservar y apreciar
la vida, en lugar de destruirla.
Y así sucedió.
Cuando la vida llegó a la tierra, la tierra misma
comenzó a florecer. Ella entró en un nuevo dominio de
experiencias, que la colmó con una sensación de
sorpresa y satisfacción. Ella se sorprendió de que
aquel simple anhelo, aquella necesidad apenas percibida, pudiera
traer tan grandes y nuevos desarrollos.
Sobre la tierra se desplegó un gran experimento de formas
de vida. Muchas formas de vida fueron inducidas a manifestarse
sobre la tierra y a experimentar con las energías presentes.
La tierra se volvió un nuevo lugar de procreación. Hubo
libertad para explorar nuevos caminos, nuevas posibilidades. Fue
y aún lo es libre albedrío para todas las
criaturas.
Con la creación de la vida, la tierra y las criaturas
vivientes en ella, comenzaron a seguir una cierta línea de
desarrollo interior. Este camino de experiencia tuvo su propio
tema central: el equilibrio entre dar y
recibir.
Al nivel interior de conciencia, la tierra había luchado
por eones de tiempo para encontrar el equilibrio indicado entre
dar y recibir. Como planeta, la tierra da y recibe vida. En el
‘período oscuro’ de la tierra, la etapa en la
cual ella absorbía y liquidaba energías, el acento
fuerte estuvo en ‘recibir’.
Actualmente, ella se ha inclinado hacia el otro extremo: dando
hasta el límite de lo que puede dar.
La tierra ha tolerado violencia y explotación por la
humanidad por mucho tiempo, porque esto fue en algún sentido
apto karmicamente. La tierra tuvo que explorar el otro lado de
poder y opresión. Sus acciones como ofensor incitaron la
experiencia opuesta de ser víctima, como un boomerang.
Así es como funciona el karma. No es una cuestión de
castigo. Para realmente entender y terminar con el tema del
poder, ustedes tienen que experimentar ambos lados del mismo. Con
cualquiera que ustedes peleen o quieran infligir poder sobre
él, ustedes tendrán que encontrarse nuevamente, como
víctima u ofensor, hasta que ustedes reconozcan que ambos
son UNO, ambas partes de una energía divina.
Entonces, la despiadada explotación de la tierra en estos
tiempos es, en algún sentido, karmicamente adecuada, ya que
ha provisto a la tierra de una oportunidad para llegar a un
completo entendimiento del equilibrio entre dar y recibir.
De todos modos, los límites dentro de los cuales el
desacato y la explotación son karmicamente adecuados son
tomados en cuenta. La tierra ha alcanzado su entendimiento del
equilibrio y está completando su ciclo kármico de
conciencia. Ella ha logrado ahora un nivel de amor y conciencia
que no tolerará el abuso humano por mucho más. Este
nivel de conciencia hará que ella atraiga energías de
la misma mentalidad, las cuales saboreen armonía y respeto,
y repelerá energías con intenciones
destructivas.
Ha llegado el tiempo para un nuevo equilibrio entre dar y
recibir. En la “nueva tierra”, habrá paz y
armonía entre el planeta tierra y todos los que vivan en
ella: hombre, planta y animal. La armonía y conexión
sincera entre todos los seres será una fuente de gran
alegría y creatividad.
La transición desde la vieja tierra hacia la nueva tierra
es un proceso que no está fijo en tiempo y
características. Depende más de las elecciones hechas
por la humanidad, de las elecciones hechas en este momento por
todos ustedes como individuos.
Muchas predicciones se han hecho y se hacen acerca de este
tiempo de transición. El hacer tales predicciones siempre es
una cuestión dudosa. Lo importante es que: su realidad
materialmente visible es una manifestación de sus estados
internos, colectivos de conciencia. La conciencia es, como lo
expusimos al comienzo (ver La Nueva Tierra I), libre y
creativa. En todo momento, ustedes pueden decidir cambiar su
futuro pensando y sintiendo diferente. Ustedes tienen poder sobre
sus pensamientos y sentimientos. En todo momento, ustedes pueden
decir ‘no’ a los pensamientos o sentimientos
restrictivos y destructivos. Esto cuenta para ustedes, como
individuos, pero también sirve para grandes grupos de
personas.
Cuando un considerable grupo de individuos elige libertad y
amor, sobre el odio a sí mismos y la destrucción,
entonces esto se manifestará por sí mismo en la
realidad material. La tierra reaccionará a eso. Ella es
sensible a lo que tiene lugar dentro de las personas. Ella
responde a sus movimientos internos.
Con esto, quisiéramos recalcar, que nadie, ni siquiera
‘de nuestro lado’, es capaz de realizar predicciones
precisas acerca del modo en que la Nueva Tierra
nacerá.
Queda claro, de todos modos, que el grupo de almas que ahora
están completando su ciclo kármico (ver La Nueva Tierra
I) está estrechamente conectado energéticamente a la
Nueva Tierra. Estas personas, quienes frecuentemente se sienten
profundamente conectadas a los ideales incluidos en la Nueva
Tierra, tendrán hermosas oportunidades de crecimiento y
liberación, debido a la coincidencia de los ciclos
planetarios y personales.
En nuestra próxima serie de lectura, la serie de los
Trabajadores de la Luz (Ligthworkers), hablaremos acerca de este
grupo de almas en particular. Ellos generalmente son llamados
Trabajadores de la Luz, y nosotros también usaremos ese
nombre. Sus razones para encarnar durante esta época de
transición no son casuales. Ellos están profundamente
conectados con la historia de la tierra. En nuestras
próximas series, describiremos los rasgos psicológicos
que poseen la mayoría de los Trabajadores de la Luz.
Hablaremos acerca de su historia, sus raíces galácticas
y su misión en la tierra. Discutiremos en detalle las etapas
de crecimiento interior que están involucradas en la
liberación de uno mismo del ciclo
kármico.
Por preguntas o información, contáctenos en
sgusella@gmail.com
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