La crisis actual
Pamela Kribbe canaliza a Jeshua
Queridos amigos, queridos hermanos y hermanas, soy Jeshua, vuestro amigo, vuestro hermano,
Veo la inseguridad y el miedo que sentís debido a esta crisis que padece el mundo entero. Estáis todos juntos en esto. El coronavirus os afecta en vuestra vida cotidiana de manera profunda e individual. Pero aunque os impacta a cada uno de una forma, según vuestras circunstancias particulares, todos estáis conectados en esto. Eso es lo que, en estos momentos, caracteriza la crisis: que une a la humanidad, pero también contiene el potencial de dividirla.
Como en cualquier crisis, se os invita o se os desafía a elegir. Elegir el miedo y la lucha o elegir el amor, elegir el camino del corazón. ¿Y qué significa elegir el camino del corazón? No es algo fácil de hacer cuando os veis enfrentados a tanta inseguridad: miedo a la enfermedad, miedo a la precariedad económica, a la falta de dinero. Elegir el amor, elegir el camino del corazón implica aceptar todo eso, asumir lo que está ocurriendo ahora mismo y confiar en que por debajo de ello opera una corriente invisible, una inconmensurable inteligencia que la mente humana no puede aprehender. La mente humana reacciona a la energía que en ella colocáis y, si dicha energía procede del miedo, la mente creará un pánico intenso y un montón de ruido mental, lo que hará más difícil que conectéis con el corazón, con vuestra alma.
Así pues, elegid, por favor, el camino silencioso, el camino del corazón. En este contexto, amor significa quedarse muy quieto y aceptar la ignorancia, el «no saber» qué va a pasar, el «no saber» qué hacer. Rendíos a ello por un momento, sentid que existen respuestas más complejas a vuestras preguntas sobre la vida y que recibiréis esas respuestas —si bien no desde la mente.
Es tiempo de desafíos, aunque, ya antes de que se planteara el que ahora enfrentáis, el mundo estaba sumido en el caos y en un grave desequilibrio. La humanidad ha alcanzado una especie de punto de inflexión. Hay una genuina necesidad de una consciencia del corazón —para que la humanidad sobreviva.
La humanidad vive en el planeta Tierra. La Tierra es un ser vivo con su propia alma. La Tierra tiene su ritmo particular. Necesita un cierto equilibrio, una paz que haga posible que todas las formas de vida habiten en ella —estén en ella. Y como bien sabéis, el equilibrio natural de la Tierra se ha visto seriamente alterado. Este coronavirus que azota a la humanidad tiene mucho que ver con el modo en que la humanidad trata a la Tierra —con el modo en que la humanidad trata a la naturaleza. No obstante, la Tierra no es algo que esté fuera de vosotros, no es solo la realidad material en la que vivís. La Tierra y la naturaleza están también dentro de vosotros, dentro del ser humano que sois. Y la manera en que los seres humanos actúan, la manera en que se comportan, choca a menudo con su propia naturaleza —con su propio ser natural terrenal.
En general, las personas no están a gusto consigo mismas y batallan constantemente con la vida, con sus propios sentimientos y emociones. Contrariamente a los demás seres naturales del mundo, los humanos no se sienten bien consigo mismos. Ese tipo de autocrítica y odio hacia sí misma que experimenta la mayoría de la gente es totalmente antinatural. Es fruto de una larga historia en la que no voy a entrar ahora. Pero lo menciono porque quiero que seáis conscientes de que lo que está ocurriendo ahora mismo es en respuesta a ese profundo desequilibrio que existe en el espíritu humano. Y la salida pasa por el amor.
No podéis controlar esta crisis. Obviamente, es necesario y conveniente tomar precauciones y luchar contra el virus tal y como lo vienen haciendo vuestros gobernantes. No obstante, en un nivel más profundo, es esencial que os rindáis a lo que está sucediendo, que os rindáis a ese «no saber», a esa «caída en el abismo», y que empecéis ya mismo a escuchar en silencio el mensaje de vuestra alma. Preguntaos lo siguiente: ¿le hacéis caso a vuestra propia naturaleza en el discurrir de vuestra vida? ¿Le prestáis atención a la llamada de vuestra alma? ¿Qué es lo que vuestra alma anhela realmente? ¿Hasta qué punto estáis atrapados en la lucha cotidiana en pos de la supervivencia, el éxito y el dinero? Tomaos un momento para adentraros en vosotros y escuchar a vuestra alma, la cual está íntimamente conectada con vuestra naturaleza humana terrenal, con la misma Tierra.
Conectad con el espíritu de la Tierra a medida que todo a vuestro alrededor se ralentiza y se paralizan buena parte de las actividades humanas. Si aún podéis salir, buscad un lugar en la naturaleza donde sentir la Madre Tierra; o, si estáis confinados en casa, imaginad que vuestra consciencia desciende por vuestros pies hacia las entrañas de la Tierra y conectad con su corazón —conectad con el corazón latiente de la Tierra. Percibid que hay en ella una sabiduría y una inteligencia que os ayudan. Podéis recibir inspiración de la Tierra. Y esa inspiración emerge desde las profundidades de vuestro ser, no está «fuera de vosotros» —está «dentro de vosotros», todos sois hijos de la Tierra, criaturas de la naturaleza. Abríos a esa sabiduría, permitid que fluya dentro de vuestro cuerpo. En vez de pensar con la cabeza, dejad que la inteligencia de la Tierra penetre por vuestros pies, piernas y abdomen.
No estáis solos en esto. Nosotros os acompañamos. Esta crisis abrirá nuevos caminos a la humanidad. Se os invita a hacer un cambio, a emprender el camino del corazón. Dentro de cada uno de vosotros existen respuestas, confiad en ellas. Sentid vuestra unión con toda la demás gente de ahí afuera, sentid vuestra conexión.
Lo que salvará a la humanidad es el amor.
© Pamela Kribbe
Traducción de Laura Fernández
One thought on “La crisis actual”
“Lo que salvará a la humanidad es el amor.”
En el amor somos el latido de Dios…
Exacto…
Gracias¡¡¡