LA ENERGÍA DEL MAESTRO
Pamela Kribbe canaliza a Jeshua
Queridos amigos,
Yo soy Jeshua. Os saludo con amor y calidez. Sois muy bienvenidos, aquí en esta reunión y, en un sentido más amplio, aquí en la Tierra. Hay tal necesidad de vosotros, estáis cambiando las cosas. Os habéis adentrado en un camino interior que ayuda a transformar la consciencia en la Tierra, y esto es necesario en estos tiempos. Hay necesidad de aquellos que preparan el camino, pioneros que son necesarios para recorrer nuevos caminos de consciencia.
Hay mucho miedo y un profundo sufrimiento en la consciencia colectiva en la Tierra. Y donde antes este estado de consciencia tenía que permanecer bajo tierra, ahora hay movimientos que lo están trayendo a la superficie, y eso arrastra todo a la superficie. Así que hay en marcha una especie de proceso de limpieza colectiva. El dolor del pasado, el dolor que se ha amontonado en los cuerpos emocionales y físicos de las personas, ese dolor ahora es muy tangible y obvio.
Vosotros, los que estáis aquí, sois precursores de la consciencia. Estáis ocupados transformando vuestro dolor y aumentando vuestra consciencia, y, al mismo tiempo, servís como comadronas y como líderes en estos nuevos tiempos, tiempos de transición. Quiero que seáis consciente del papel que jugáis. Además, incluso cuando no hacéis público activamente vuestro trabajo interior, vuestra consciencia de trabajo de luz, seguís contribuyendo al proceso colectivo de cambio. Ser consciente de esto es importante para vosotros, porque os permite recibir ayuda de guías y energías protectoras que os acercan a vuestra meta y os ayudan a moveros con más suavidad a lo largo del camino.
Al ser conscientes de lo diferentes que sois, de vuestro papel pionero, sois más capaces de entenderos a vosotros mismos y de ser vuestros propios guías en el proceso por el que estáis pasando. Al mismo tiempo, también os volvéis más visibles para los demás, para que puedan beneficiarse de lo que sabéis y de lo que tenéis para dar a este mundo. Por lo tanto, ahora hago una distinción entre vuestro yo personal, con su camino personal, y vuestro yo transpersonal, que también podéis llamar alma. En lo que se refiere a este yo o energía transpersonal, me refiero a un tipo de energía universal que está con vosotros y que sois capaces de dar a otras personas en la Tierra. Ahora quiero animaros a palpar esta energía transpersonal.
Para hacerlo, os pido que primero descendáis a vuestro vientre y que os arraiguéis completamente. Sentid la corriente de la Tierra bajo los pies y abriros a ella para que os sintáis seguros además de bienvenidos. Y las mismas razones por las que sois bienvenidos en la Tierra son por ser diferentes, por desviaros de los patrones comunes y por la inspiración que lleváis en vuestros corazones. Sentid esa bienvenida en la corriente terrenal que quiere subir por vuestros pies y quiere saludaros. Respirad tranquila y ligeramente en vuestro vientre y sentid cómo la suave energía de la Tierra puede fluir hacia arriba o subir a la zona pélvica y daros una sensación de seguridad y relajación.
Buscad a lo largo de vuestro campo energético para ver si algo destaca, particularmente si podéis detectar zonas de dolor o áreas de contracción o pesadez en el aura, aquellas zonas que podéis sentir en el cuerpo o que podéis percibir con vuestro ojo interno. Y si veis algo que destaca, entonces rodead ese dolor con una consciencia brillante y suave. Miradlo y enviadle energía dulce y suave.
La gentileza y dulzura es el mejor remedio para los dolores antiguos. Si tenéis prisa o sois impacientes, fortaleceréis ese dolor, porque el dolor sentirá que no es bienvenido. Pero cuando suavemente decís “sí” a las viejas contracciones, la energía sanadora puede entrar en ellas profundamente hasta el fondo. Es como con una piedra dura. Si pateáis contra la piedra, sigue siendo lo que es, no cambia interiormente; solo cambia de lugar. Pero cuando os sintonizáis suavemente con la energía endurecida dentro de vosotros mismos, entonces podéis adentraros y cambiar esas partes petrificadas y traumatizadas con suaves olas de calidez y aceptación. Es el “sí” el que abre puertas. Os pido que ahora hagáis esto con la parte contraída y dolorosa que percibís en vuestro interior. No tenéis que analizar de dónde viene, ni saber exactamente qué es; simplemente adentraros enérgicamente y rodear esta parte dolorosa con suavidad y gentileza.
Una vez que hayáis hecho esto, os pido que ahora experimentéis el campo de energía alrededor del cuerpo como más expandido, que es, en cierto sentido, vuestra aura expandida. Vuestro campo de energía se extiende desde alrededor del cuerpo, así que id a su borde exterior. Sentid allí la presencia de una energía cósmica, una energía maestra; algo que está funcionando con vosotros. Es una colaboración entre vuestra alma, vuestro ser superior y una energía maestra que es la adecuada para vosotros, la que os conviene. Hay una compatibilidad entre vosotros y esta energía maestra. Es una vibración apropiada, por lo tanto, la sentiréis como totalmente natural. Y a veces ni siquiera podréis distinguir si es la energía de vosotros mismos o si es la energía más universal, la energía del maestro.
Ahora os pido que sintáis o veáis los colores de esta energía maestra. De cualquiera de las maneras que lo hagáis, os pido que os conectéis con ese yo transpersonal que está con vosotros y con el que podéis conectar. Tal vez podáis pedirle un nombre, algo que haga tangible la energía maestra. O simplemente podéis sentirlo o verlo como un flujo y eso también es útil. Pedidle a esta energía una forma que sea visible: “¿Cuál es nuestra tarea juntos?” También puede ser que recibáis imágenes o palabras sobre lo que vais a hacer con esta energía. Finalmente, pedid poder recibir un mensaje personal de esta energía maestra en vosotros: “¿Qué es bueno para mí saber?”
Esta guía maestra o energía docente quiere trabajar con vosotros y quiere apoyaros personalmente en el proceso de transformación, dadle la bienvenida calurosamente. Estáis haciendo una elección; vosotros sois los que elegís trabajar juntos o no; no estáis obligados a hacerlo. Es una elección que hacéis vosotros; una elección que a veces conduce a momentos y procesos intensos, pero que también os da una profunda libertad y alegría en la Tierra.
Con esto terminaré. Muchas gracias por vuestra atención.
© Pamela Kribbe
Traducido del inglés por Cristina Yoh